Conversaciones de la industria: lo que se viene para los líderes de localización

by Drew Evans
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«Los mismos derechos para todos los idiomas» es una frase sobre la que han pensado mucho los trabajadores de la industria de la traducción. Es la idea que llevó a los cofundadores Spence Green y John DeNero a asociarse y crear Lilt.

Esa misión también es algo que resuena en TAUS, la organización de la industria de la traducción que intenta ayudar a sus miembros a mejorar la eficacia y la efectividad de las estrategias de traducción. Recientemente, Spence y John conversaron con el fundador y director de TAUS, Jaap van der Meer, y la directora de eventos y servicios para miembros de TAUS, Anne-Maj van der Meer, sobre la industria en general.

La conversación tocó varios puntos importantes: desde la importancia de la traducción hasta el rol fundamental de los traductores dentro de ese proceso. Jaap lleva décadas en la industria luego de fundar su primera empresa de traducción en 1980 y ha sido testigo de las fluctuaciones de la localización a lo largo de los años. 

Cambiar el flujo de trabajo de localización

Durante el tiempo que Jaap ha pasado en la industria, los flujos de trabajo de traducción más «tradicionales», como la traducción automática y la posedición (MTPE), se han convertido en los principales procesos en los que se apoyan muchas empresas para llevar a cabo sus trabajos de localización. Sin embargo, en los últimos años, entraron en juego tecnologías más nuevas y flujos de trabajo más avanzados. El enfoque de humano en el bucle (HITL), por ejemplo, surgió en la industria de la traducción como una forma nueva y mejorada de abordar la traducción de contenidos a niveles nunca vistos. Este flujo de trabajo incorpora al lingüista a lo largo de todo el proceso de traducción, ya que trabaja junto con la traducción automática en lugar de simplemente editar los resultados de esta. 

Este proceso está disputando el lugar de flujos de trabajo más anticuados como el MTPE. Para John y Spence, no basta con desarrollar simplemente un método de traducción automática que funcione bien; su desafío (que, de hecho, siguen superando en Lilt) es crear un software en torno a los sistemas de TA que garantice que se los utiliza del modo más eficaz y eficiente posible.

Sin embargo, Jaap y Anne-Maj tienen una gran pregunta que responder: ¿esto hará que el trabajo de los traductores se vuelva obsoleto? El enfoque HITL emplea el trabajo de los lingüistas para entrenar los sistemas; pero, ¿esos sistemas superarán eventualmente a las personas involucradas?

Categóricamente, John y Spence afirman que no. 

«Las empresas actuales no pagan por la traducción correcta, pagan por la mejor traducción. Los sistemas de traducción automática pueden generar traducciones correctas. Pero las empresas pagan por traducciones que sean coherentes con su tono y voz, y se están volviendo cada vez más sofisticadas», dijo Spence.

En busca de un futuro nuevo

Los sistemas de traducción automática ampliamente disponibles como Google Translate han encontrado varios niveles de «éxito». John y Jaap señalan que si bien millones de usuarios comenzaron a utilizar la plataforma rápidamente, la calidad de las traducciones era limitada. La tecnología detrás del sistema es muy avanzada, pero el objetivo de la industria es compartir contenido en todo el mundo con las mejores traducciones posibles, no solo versiones rápidas traducidas por una máquina con precisión cuestionable y sin tono ni voz.

Esa premisa, según John y Spence, es una gran razón por la que es tan importante el enfoque HITL adaptable para la traducción. Los traductores no se irán a ninguna parte. Más allá de lo bueno que pueda ser un sistema de traducción automática, nunca tendrá el conocimiento del contexto, pericia en un área específica o la sofisticación de un lingüista humano.

En pocas palabras, el contenido no puede ser únicamente adecuado; tiene que ser preciso y sonar bien. Y la única forma de conseguir eso en la traducción es mediante un proceso de HITL, que combina el ingenio de un lingüista humano con el poder de la traducción automática.