Pocas veces se reúnen los traductores y profesionales de la tecnología para hablar del estado actual de la industria lingüística, pero eso es exactamente lo que sucedió el mes pasado en Santa Clara, California. El evento, titulado «El futuro del trabajo lingüístico: perspectivas empresariales, tecnológicas y para los profesionales de la traducción», fue organizado por Lilt, startup de traducción, y contó con dos mesas redondas para temas que van desde los avances de la tecnología lingüística hasta el efecto de la globalización en la demanda de traducciones.
Mientras que el primer panel se centró en el pasado, el presente y el futuro de la tecnología de traducción, el segundo fue sobre cómo la tecnología influye en las tareas lingüísticas. El panel, moderado por Katie Botkin, directora editorial de Multilingual Magazine, incluyó a los panelistas David Snider, arquitecto de globalización de LinkedIn, Anna Schlegel, directora sénior de Programas de Globalización y Estrategia de Información de NetApp, Jost Zetzsche, consultor de localización y escritor de International Writers’ Group, y Max Troyer, asistente de profesor y coordinador de programas en el departamento de Gestión de Traducción y Localización del Monterey Institute of International Studies.
Jost Zetzsche, conocido en la industria por escribir sobre tecnología de traducción, dio recomendaciones para que los traductores se adapten a los rápidos cambios de la tecnología. Destacó que el problema de la adopción de la traducción automática (TA) como parte del flujo de trabajo de traducción no solo tiene que ver con que muchos traductores se sienten amenazados, sino que la TA se usa de una manera que no empodera a los traductores. Comentó, además, que el primer paso es reconocer que la TA y la posedición de la traducción automática (PEMT, por sus siglas en inglés) no son lo mismo; la TA es una tecnología y la PEMT es un proceso.
Sobre ese mismo tema, Max Troyer describió que los egresados de MIIS expresaron que les hubiera sido útil para el mundo laboral haberse centrado en la tecnología y las habilidades empresariales. El instituto MIIS reconoció su deficiencia en la capacitación de herramientas de traducción asistida por computadora y habilidades empresariales; en consecuencia, crearon un programa de gestión de traducción y localización en MIIS.
Tanto Anna Schlegel como David Snider coincidieron en que el impacto de la tecnología en la localización ha sido positivo para ampliar los presupuestos de localización y traducir más contenido. Snider destacó: «La tecnología reduce tu costo».
John DeNero, jefe científico y cofundador de Lilt, cerró la noche con una reflexión sobre la importancia de que se representen las comunidades de traducción, localización y tecnología no solo en los panelistas, sino también en el público. «Si trabajamos en la tecnología y no traemos a la comunidad con nosotros, nos estamos adelantando, pero quizás no tengamos un gran impacto». Agregó: «Todos estamos juntos en esto».