El traductor potenciado: cómo están cambiando sus trabajos y qué piensan al respecto

by Han Mai
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Escrito por Kelly Messori

La idea de que los robots se están quedando con los trabajos humanos no es para nada nueva. En el último siglo, la automatización de las tareas ha hecho de todo, desde facilitar el trabajo de un agricultor con los tractores hasta reemplazar la necesidad de cajeros con quioscos de autoservicio. A medida que las máquinas son más inteligentes, el debate ahora gira en torno a si los robots pueden hacerse cargo de trabajos más especializados, como el de un traductor.

Una búsqueda sencilla en Quora, el sitio de preguntas y respuestas, muestra muchísimas preguntas sobre este tema. Mientras que un estudio reciente muestra que los expertos de IA predicen que en 2024 los robots se quedarán con la tarea de traducir idiomas. Todos quieren saber si los reemplazará una máquina y, principalmente, cuándo sucederá.

«No creo que vaya a suceder por ahora; no estoy preocupada», dijo la traductora Lizajoy Morales, cuando le pregunté si tenía miedo de perder su trabajo ante una máquina. Esto mismo es lo que piensan la mayoría de los usuarios de Lilt. Por supuesto, estamos hablando de un sector que ya usa la inteligencia artificial para su beneficio y, generalmente, ve las ventajas más que los inconvenientes.

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Sin embargo, muchos traductores argumentan que ciertos tipos de contenido son imposibles de traducir con precisión por una máquina, como la literatura, que depende de que el humano comprenda los matices para capturar la intención del autor. O en áreas, como el derecho o la medicina, que dependen de la precisión de un traductor humano.

Pero incluso en estas áreas altamente especializadas, las máquinas pueden encontrar su lugar en el flujo de trabajo de la traducción. No para reemplazar, sino para asistir. Como traductores, podemos usar las máquinas para trabajar mejor y más rápido.

Pero no hablo de poseditar la traducción automática. En un artículo reciente de un colega, Greg Rosner habla de la comparación de la posedición con el trabajo de un conserje: solo limpiar un lío. La asistencia automática verdadera potencia las capacidades y los conocimientos existentes de los traductores, al mismo tiempo que les permite hacer lo que mejor hacen (traducir) sin casi interferir.

¿De qué modo las máquinas ayudan a los traductores exactamente? Con una traducción automática, interactiva y adaptativa, como la de Lilt, el sistema aprende en tiempo real de la retroalimentación humana y/o los datos de la memoria de traducción existente. Esto significa que cuando un traductor está trabajando, la máquina se familiariza con su contenido, estilo y preferencias, y se adapta a esta combinación única de traductor/contenido. Esta adaptación permite al sistema sugerir traducciones cada vez mejores a los traductores humanos y una mejor calidad para la traducción completamente automática. En pocas palabras, hace a los traductores más rápidos y mejores.

Morales también señaló otro beneficio poco conocido de las sugerencias de traducción automática: el aumento de la creatividad. «Este es un beneficio inesperado y muy valioso. Hago todo tipo de traducciones, de áreas como el turismo, la industria vitivinícola, la gastronomía, la historia, las ciencias sociales, financieras, legales, técnicas, de marketing, literatura gris, incluso poesía algunas veces. Y Lilt me da sugerencias fantásticas y creativas. No siempre sirven, por supuesto, pero a veces la sugerencia es mucho mejor que cualquier ocurrencia mía sin invertir valiosos minutos buscando en el tesauro; una vez más, me ahorra tiempo y esfuerzo».

Además, muchas personas se están dando cuenta de que el aumento de la productividad significa más tiempo libre. ¿Alguna vez has deseado que los días tuvieran más horas? Si eres traductor, la asistencia automática puede ser la solución.

David Creuze, traductor autónomo, nos dijo a qué dedica su tiempo adicional: «Tengo dos hijos pequeños y es fabuloso poder reducir mi tiempo de trabajo de 6 o 7 horas (un día normal antes de su nacimiento) a 4 horas al día, sin sacrificar la calidad».

Con este tipo de beneficios al alcance, deberíamos dejar de preocuparnos por que las máquinas se queden con los trabajos de los traductores y centrarnos en usar la máquina a nuestro favor, trabajar mejor y focalizarnos en lo que mejor hacemos: ser humanos.