La deuda tecnológica (la elección de ganancias a corto plazo a partir de enviar soluciones rápidas de software en lugar de mejores soluciones a largo plazo) es una práctica común y a menudo inevitable para los equipos de desarrollo. La acumulación de deuda tecnológica permite resolver rápidamente los problemas que afectan la experiencia del usuario y el rendimiento del software.
Sin embargo, como con cualquier deuda, puede haber consecuencias desfavorables. El tiempo se toma prestado. A menudo, el reembolso prometido de un descubrimiento técnico más profundo del problema original se deja de lado ante el surgimiento de nuevas prioridades. Aparecen proyectos y problemas nuevos. Crece la acumulación de problemas resueltos solo temporalmente.
Se acumulan los intereses.
Si se ignoran durante demasiado tiempo, los problemas se van acumulando poco a poco y terminan cobrando fuerza. Los equipos de productos, desarrollo, asistencia técnica y marketing sienten el impacto de los problemas de software no resueltos. Y abajo de todo están los equipos de contenido y de localización, que adquieren deuda de la fuente.
Este escenario común equivale a una deuda de localización, que ocurre cuando la internacionalización se pasa por alto o se entiende mal en el proceso de diseño del software.
La cadencia de los ciclos de desarrollo ha aumentado rápidamente en la última década. Las organizaciones comenzaron a cambiar el enfoque de cascada por métodos de trabajo ágiles, abordando proyectos en sprints. La velocidad de productividad y desarrollo ha aumentado enormemente.
Al mismo tiempo, la expansión global se ha convertido en una prioridad para muchas empresas, que requieren formar equipos de localización y traducción. Y la traducción ha sido tradicionalmente un proceso lento. Sin la ayuda de la traducción automática, los traductores y editores hacen su trabajo manualmente, lo cual exige muchísimo tiempo de ejecución y coordinación.
Por esta razón, cuando el desarrollo aumenta significativamente y el proceso de traducción sigue siendo el mismo en mayor medida, la experiencia de localización se rompe. Para cuando los equipos de localización hayan traducido cadenas para una experiencia de software específica, ya se habrán publicado nuevas versiones y las traducciones podrían no servir en el contexto correspondiente.
Una manera en que las empresas pueden disminuir la deuda de localización acumulada es tomando en cuenta la internacionalización y dándole prioridad durante el proceso de diseño del software. Escribir códigos teniendo en cuenta la internacionalización en las etapas iniciales, en lugar de considerarlo después, pone a los equipos de localización en el camino del éxito, ya que pueden trabajar con una interfaz de usuario (UI) flexible.
Generalmente, las empresas pueden seguir un proceso de dos pasos para internacionalizar bien el software.
1. Priorizar las cadenas y la estructura
Identifica cadenas de texto que sean cruciales para localizar tu producto de manera eficaz. Apártalas de tu código en un formato de texto adecuado para tu plataforma de desarrollo. Tus cadenas de traducción no deben interferir en tu código.
2. Diseñar tu interfaz de usuario para la localización
Muchos elementos de diseño son esenciales para optimizar las experiencias de localización para la web, las aplicaciones móviles o las computadoras de escritorio. Hay que tener en cuenta lo siguiente:
Incluir a los líderes de localización en las primeras etapas de la planificación de productos y poder consultarles durante los ciclos de desarrollo son medidas fundamentales para una estrategia empresarial internacional y exitosa.
Mientras más lejos puedan planificar tus equipos, mejor. Un ritmo de producción equilibrado y sostenido puede generar un proceso de comercialización más fluido, mejores productos para los usuarios finales y menos deuda de localización.