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A la hora de pensar en la expansión global de tu negocio, toma en cuenta esto: el 80 % de la población mundial no habla inglés. Para comunicarte eficazmente con los lugareños de todo el mundo, debes hablar su idioma. Ve más allá de la traducción palabra por palabra de tu contenido y tus materiales; mejor, localiza. No son la misma cosa.
La traducción consiste en traducir palabras o un texto de un idioma a otro. La localización, por otro lado, consiste en hacer que el carácter de un texto suene local o adaptarlo a un lugar en particular.
El objetivo de la traducción es hacer que las palabras y frases sean comprensibles en otros idiomas. Por ejemplo, digamos que estás en la tienda y decidiste comprar un pote de helado de fresa. Te diriges al pasillo de los postres helados; cada freezer tiene docenas de sabores y te das cuenta de que todos están en italiano: Cioccolato, Fragola o Stracciatella, etc. Aquí es cuando la traducción es útil: sacas tu teléfono, haces una búsqueda rápida y averiguas que «helado de fresa» se traduce a Gelato Fragola en italiano. Sacas el producto del freezer, lo tachas de la lista de productos que querías comprar y continúas.
Cuando se trata de la localización, no debes conformarte con hacer las palabras comprensibles; debes lograr que las personas del mercado local se identifiquen con las palabras y frases. La traducción es solo una pequeña parte de todo el proceso de localización. Es como tener una conversación informal con un amigo, que habla un idioma diferente. Hay muchas cosas que debes tener en cuenta cuando conversas con alguien en su idioma nativo: las peculiaridades contextuales y lingüísticas y, principalmente, los matices, el humor, los modismos y la naturalidad del lenguaje. Las conversaciones informales con amigos deben ser íntimas, prudentes y, en resumen, fáciles. Claro, las traducciones básicas pueden dar un resultado bastante acertado, pero la localización va más allá y hace que el diálogo entre ustedes sea muy personal.
En realidad, la localización habilita muchos aspectos de la experiencia humana; trasciende la mera comprensión y ofrece a las marcas y empresas la oportunidad de conectarse con clientes a un nivel profundo. Sí, a veces compramos cosas según las características y acreditaciones, pero también compramos cosas que nos mueven y nos cuentan una historia. Generar sentimientos es una parte enorme del proceso de venta, y la localización transmite ese valor a tus clientes de todo el mundo.